21/12/11

Música para el Ejército Enemigo


El otro día hojeé el especial de Navidad de El País, ese suplemento que sólo se publica para inyectar un poco de publicidad extra en las maltrechas arcas de Prisa, y tuve una visión de El Mal: Patricio Pron, vestido de moderno, nos recomendaba a nosotros, incautos lectores, los libros más valiosos para regalar en estas fechas tan señaladas. El Mal, intuí, es transformar algo puro y bello, como la literatura, en una simple transacción comercial. 

'Ejército enemigo' es como una cámara de seguridad, de esas que hay en todas las esquinas de tu barrio: un aparato que sólo ve aquello que enfoca. El resto del mundo permanece invisible. Su objetivo es registrar los actos punibles que en esa calle se cometan, dejando de lado el amable costumbrismo de los viejos asoleándose en los bancos, los niños saliendo del colegio o los gitanos emperifollados acudiendo los domingos al culto. Alberto Olmos es Dios pero, en este caso, no es un Dios omnisciente. Ha decidido centrar su atención en lo mediocre, lo feo, lo estúpido, lo vacuo, lo puto peor de nuestra sociedad. 'Ejército enemigo' es como una compilación de los peores aspectos de la realidad en forma de novela.

¿Es esta antología de la vileza El Mal? Es lo que yo pensaba, pero no. El Mal son aquellos que piensan diferente, que creen que la literatura sirve para algo más que para regalar en Navidad. El Mal, según Belén Gopegui: “que hagamos el mal, que sembremos la confusión, que intoxiquemos a los medios de comunicación, que pongamos en entredicho el funcionamiento común de las cosas de todos los días, la fe pública, el hábito de respetar el abanico de lo permitido y ser leales a la empresa, fieles a la costumbre de creer que somos libres, que existe una comunidad de intereses de la que formamos parte”. Alberto Olmos no es Dios, ¡Alberto Olmos es El Mal!

Por eso, no le regalaré un libro por Navidad, sino uno de esos espacios que, como su nueva novela, desenmascaran a la indignación popular que ahora mismo arrasa en Occidente como una tendencia de moda, como si este año se llevasen las pancartas en lugar de las Converse o las Wayfarer. Se llama Hot Chicks of Occupy Wall Street y está protagonizado por esas niñas modernas tan monas que van a protestar públicamente porque protestar públicamente mola mazo. ¿Cambiar el mundo? Vivimos demasiado bien como para hacer eso. 

Eso sí, si vas a regalar libros por Navidad y eres realmente malvado, acuérdate de 'Ejército Enemigo'. 

20/12/11

Canciones veraniegas para el duro invierno indie

No hay nada mejor para combatir el frío que un poco de pop cálido y soleado. Desde este tu blog nos hemos propuesto mantener tibios tus oídos en estos días con canciones que quizás estén fuera de temporada, pero que no pueden esperar al verano que viene para ser reivindicadas. Comenzamos con la meteórica 'Heatwave', de los americanos Slow Animal, en el que se anuncia una ola de calor que parece presagiar el final del estío. Como el 'Beachy Head', de Veronica Falls, otra canción veraniega disfuncional, 'Heatwave' suena a mar revuelto. Puedes descargar la canción gratis y legalmente vía Pitchfork:


¿Y qué tal unas vacaciones en Zimbabue? Eso es lo que nos proponen los australianos New Navy en 'Zimbabwe'. Y es que hay sitios donde siempre hace calor. Eso sí, allá no creo que haya garitos indies donde pinchen a esta gente. Pero quién los necesita. También puedes descargar la canción gratis desde su Soundcloud


Una pequeña joya lanzada en una fecha quizás incorrecta es 'St. Croix', de Family of the Year, un certero caramelo de luz venido desde tiempos más cálidos. Sencillo y bello homenaje a los Beach Boys con uno de los vídeos más bonitos de la temporada:


Por último, el deseo de un verano sin fin. Es lo que nos proponen los también australianos The Jezabels, en una canción un tanto melancólica, 'Endless summer', en la que parecen añorarse horas más cálidas a ritmo de unos ensoñadores guitarreos.

¿Te ha ayudado a combatir este post el denso frío invernal? Si no es así, el único remedio es ¡bailar!

1/12/11

Se buscan profesores de baile


Dada la gran demanda de alumnos, lectores, aprendices, comentaristas silenciosos y opinantes de calle y salón hemos decidido buscar a nuestro quinto Beatle particular. Es por ello que se hace saber que:

¡Clases de Baile para Indies busca nuevos profesores!
 
Si quieres formar parte de este ilustre Claustro escríbenos a clasesdebaileparaindies@gmail.com contándonos un poco quién eres, de dónde vienes y qué te apetece aportar. Mándanos también un post de prueba. Sí, puedes escribir de lo que más te guste o disguste en la longitud de extensión y de onda que más te apetezca, con o sin imágenes reveladoras. Nosotros lo que queremos es leerte (a ti y todos los libros de Alberto Olmos, que sigue siendo Dios). 

¿Y qué ganarás con esto? Pues la Fama [eterna] y el Reconocimiento [mundial] y un buen montón de risas [ ]. ¿Qué más quieres?