13/2/13

El futuro del pop se llama Bastille


No es un titular exagerado, no se vayan a pensar. Bastille es un mensajero de un futuro cercano, un profeta de una religión que todavía no se ha inventado. Este cuarteto inglés, liderado por la voz aterciopelada y rasposa de Dan Smith, toma su nombre del Día de la Bastilla, y, como este suceso, presente todavía en los corazones izquierdosos de todo el mundo, Bastille toman referencias del pasado para asomarse al futuro. Hacen vulgares mash-ups, diran algunos ateos aguafiestas. Pero no. Como la RAE, Bastille limpian, fijan y dan esplendor a material de desecho y lo convierten en pequeñas joyas pop, como las ostras transforman las impurezas en perlas.

En su última mixtape, 'Other´s People Heartaches Part. 2' Bastille fusionan el 'No scrubs' de TLC, una canción que nadie en su sano juicio se atrevería a reivindicar, con el 'Angels' de The XX, mezclan 'Private dancer' de Tina Turner con 'Set you free', del olvidado grupo noventero N-Trance (su nombre lo dice todo), enseñándonos que ambas canciones son jitazos en la clave adecuada, arman un delicado puzzle con la banda sonora de 'American Beauty', de Thomas Newman, y el éxito 'Sweet Nothing', del inefable Calvin Harris y Florence Welch. Pero hay más, mucho más: 'Killer' de Adamski, diálogos de 'Psicosis' o 'Donnie Darko', 'Dreams' de Fleetwood Mac, Ennio Morricone, Frank Ocean... Un afinado compendio de cultura pop que se puede disfrutar conociendo las referencias o no. Y está todo gratis en su Soundcloud.


Si se dejan de mierdas indiecomerciales como 'Flaws', Bastille pueden salvar el pop. Si se dedican a grabar para una multinacional, el pop está perdido y nosotros, queridos hermanos, quedaremos tan huérfanos como los católicos sin su Bendito XVI. Sea.

5/2/13

Night Engine – I’ll Make It Worth Your While

Los amantes del pop no somos demasiado exigentes. Por eso, nos vuelven locos los buenos refritos. Vale, 'I’ll Make It Worth Your While', de la banda inglesa Night Engine suena como Duran Duran en un día bueno, como David Bowie en un día malo (o sea, un día de los 80), como una cara B de Franz Ferdinand y como un single de Talking Heads hecho con el piloto automático, todo al mismo tiempo. No es el colmo de la originalidad, pero qué más da. Let me out! I really wanna dance, so...