El primer día pretendía ver a muchos grupos, y lo conseguí a pesar de los múltiples solapamientos. Las horribles maquinas autómaticas de los tickets lucharon contra todos nosotros para impedirnos ver todo lo que queriamos. Eso sí, me ahorraron algún que otro problema para elegir escenario. Gracias a ellas se disiparon mis dudas sobre si ver a The Bats, Spectrum o Girls: vi la espalda del tio de delante en la cola de las máquinas y las chanclas rosas de su novia. Antes de este episodio, y de esas chanclas hipnotizadoras (mira que pensamos en fotografiarlas), pudimos ver un rato a La Bien Querida, que dio un digno concierto, aunque el sonido a ratos no acompañó.
Tras ver brevemente algo de The Jesus Lizard, no lo suficiente como para sacar valoración, intentamos ir a ver a Andrew Bird, pero el embudo de las escaleras de acceso al escenario Rayban nos lo impidió (ya decía yo que debíamos ir por el otro lado). Corriendo a ver Phoenix, en otro buen concierto, que comenzaron con su último hit "Lizstomania", y en el que noté mucha diferencia entre los temas viejos y los nuevos. Me quedo con estos últimos, sin duda.
El viernes comenzó con Bat For Lashes. Nos perdimos alguna cosa antes, pero no se puede tener todo. Los tickets costó menos conseguirlos, en parte la organización se lo curró con las maquinas y en parte la gente demostró comenzar a asimilar cómo se usaban. Bueno, no todos, mas de uno seguirá en el Parc del Forum luchando contra la tecnología. Natasha nos ofreció un gran concierto, con un ¿vestido/mono? muy curioso. Empezó con "Glass" y terminó con "Daniel", los dos temas que más me gustan de su disco. Intentamos ver algo de Vivian Girls, pero fue demasiado poco como para valorarlo, aunque tenía buena pinta. De Spiritualized, pese a que nos perdimos el final, sólo decir que tienen un directo impresionante. Y llegamos a unos de los triunfadores del festival, The Pains Of Being Pure At Heart. El escenario Pitchfork se llenó para su actuación y ellos lo agradecieron con poco más de media hora, donde sonaron aun mejor que en su disco. Veremos si en un futuro siguen así o simplemente caen en el olvido.
Jason Lytle fue para mí una de las decepciones. Menudo coñazo de concierto. Throwing Muses dieron un concierto muy bueno musicalmente pero muy soso en el fondo, aunque escuchar temas como "Shark" o "Tar Kisses" en directo me trajo muchos recuerdos. The Mae Shi son una fiesta, aunque no los disfrutara enteros. Jarvis Cocker mucho bailecito, muy buenos músicos y una defensa aceptable de su nuevo disco, pero poco más, aunque gran parte del público estaba emocionada. A Saint Etienne no los vi enteros, puesto que coincidían con Shellac y Dan Deacon, así que intercalé partes de los tres conciertos. De lo mejorcito del día, una pena estos solapamientos, puesto que cualquiera de ellos entero seguramente fuera un conciertazo. Y de Bloc Party, lo mejor fue lo que tocaron del primer disco y poco más. El resto, a agotar tickets y ver por encima alguna cosa más.
El sábado era sinónimo de Neil Young, pero antes del canadiense hubo algunas cosas dignas de reseñar. Elegí a Kitty, Daisy & Lewis por encima de The Jayhawks (no les he seguido nunca). Acerté, muy buenos, con sus padres tocando con ellos, un grupo completamente alejado del resto del cartel, pero con un gran directo. Sorpresa del tipo Eli "Paperboy" Red en el Primavera Club. Luego Herman Dune no defraudaron, aunque fueron barridos del escenario por un niño y acabaron muy rápido para irse a ver a Neil Young, como casi todo el mundo.
Neil Young dio un grandísmo show, con ciertas partes coñazo, pero en dos horas era de esperar, aparte que no toda su discografía es ruidosa, yo particularmente me quedo con "Hey Hey My My", "Rocking In The Free World" y ese final con "A Day In The Life", que me llegó a emocionar. Un rato viendo a Lemonade me hizo pensar qué clase de broma era eso. Después , un inspirado Bradford Cox, junto a sus Deerhunter, mostró porque Microcastle fue uno de los discos del año pasado.
Y mis esperados Sonic Youth dieron buena cuenta de su nuevo disco, The Eternal, aun por publicar. Tocaron de maravilla, pero tras su concierto de hace dos años, tocando el Daydream Nation, tal vez yo esperaba algo más lleno de hits, y sólo se permitieron el lujo de "Bull In The Heather". Aun así, "The Eternal" en directo suena inmenso.
Poco más vimos después de esto. Simian Mobile Disco nos hicieron bailar con muy buenas formas y el garaje de Black Lips se disfrutó. Conseguimos agotar los tickets de bebida, que es algo que a mucha gente no le fue fácil. Es que verse delante de una máquina impone respeto y se compra de más. Pobres, es que os llena más el ojo.
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